domingo, 12 de junio de 2011

Reloj de sol.

En el último incendio la casa sucumbió, cayeron los techos, los campos a su alrededor se pintaron de negro, la ceniza se hizo compañera y la soledad se quedo a vivir allí. El viejo reloj de sol también estuvo a punto de rendirse... pero no, aunque con cierto adelanto, sigue en su empeño de marcar el tiempo... claro, siempre que el sol este disponible.

1 comentario:

  1. Cuando se pare definitivamente el reloj, no habrá nadie que pueda volver a ponerlo en marcha...
    Buen relato y buena foto.

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