Afortunadamente vivimos en una parte del mundo, donde las religiones han dejado de ser el opio del pueblo, dejamos de ser temerosos hace ya tiempo. Pero no siempre fue así, no tengo mas que oír los relatos de mi madre sobre penitencias y el miedo a incumplirlas, no poder pasar mas de una vez por una calle para no ser considerada mujer de mala vida, tener que taparse la cabeza para salir e incluso para estar, guardar el riguroso luto cuando tocaba y así una larga lista de no hace tanto tiempo.Tiempos en que un Cardenal como Rouco Varela hubiese vivido satisfecho y encumbrado como ahora a la cúspide eclesiástica, como ahora si, porque solo la iglesia se quedo atrás, anclada en esos momentos oscuros de posguerra. Hay suficientes deshechos como para pensar que eso sea solo ya anécdota y hablo de la ocultación aquí también de los abusos infantiles, del constante ensañamiento político, etc. Pero no deja al fin de ser casi solo una anécdota frente al día a día.
Al final la pregunta es, ¿como conseguimos superar esa época oscura?. Seguramente sabes la respuesta... y entonces, cuando miramos al otro lado del Mediterráneo, ¿Porque pensamos en su religión como algo atávico e insuperable?. Nos olvidamos de la historia, de la Granada de Boabdil, que quizá no supo defenderla como un hombre, pero si vivirla y amarla como una persona, olvidamos nuestro ensoñamiento con La Alhambra, un palacio pensado para que la vida corra como el agua y la luz.
Eramos entonces nosotros los atávicos e incultos, luego... la enfermedad tiene solución, solo hay que mirarse en el espejo de la historia... no tan lejana.
No hay que olvidar tampoco el contrapunto, estamos donde estamos...y es época de carnaval.
Buena entrada, Agustin.
ResponderEliminarInteresante texto, que invita a la reflexión.
Las fotografías, me gustan mucho las tres, pero al ver la Alhambra, he podido rememorar, viejos muy viejos tiempos; tuve el placer de vivir en esa maravillosa ciudad, cerca de dos años.
Me encanta esta entrada, aunque pienso que aún la religión tiene poder, si no en las ciudades grandes o pequeñas, sí en muchos pueblos, aunque quizá quede reducido a medida que van llegando las nuevas generaciones. Lo mismo ha de pasar en otros lugares del mundo, si no en este siglo, seguro que en el siguiente.
ResponderEliminarMe encantan las fotos, y el contrapunto que le has dado es genial y muy adecuado.
Un saludo.
Entrada cañera, si señor!. Me encanta la foto del carnaval.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jordi.
ResponderEliminarGracias siempre por pasarte por aquí. Dos años en Granada deben ser casi una vida.
David.
Tienes razón en lo de que la religión aún tiene demasiado poder, aunque prefiero mirarlo como ese pequeño grupúsculo en decadencia.
Rafa.
Muy feliz de tu paso por aquí, valoro mucho tu trabajo y por tanto tus comentarios.
La religión continua siendo el "opio del pueblo" ya que hay una gran "invasión" de cultos pentecostales que ya tienen un ejército de combatentes y totalmente obsesionados en todo el mundo. Eso es claro sin hablar de todo que sucede en el otro lado del mundo.
ResponderEliminarLa cuestión es muy profunda porque tiene sus raíces en tiempos inmemoriales.
Fantasticas las fotos,la segunda es mi preferida.
Saludos.
Sill