domingo, 28 de noviembre de 2010

Relaciones con el mundo real.

El agua pasa de largo, puedo volver al teclado y continuar lo inacabado. Ese agua que me pedía hoy que me dejase arrastrar por la corriente fría hacia un fondo dorado. Pero siempre he preferido la piedra curtida al azar del tiempo por todos los temporales, su asiento firme, resultado de tantos segundos, porque el tiempo se mide desde lo pequeño.
Desde esa atalaya firme, que no estática, veo ahora alejarse la riera rodeada de hayas. No me siento mejor dejándola ir, de momento, me gusta su rumor y su ronroneo, su fuerza y la sutileza de su dibujo. Pero me disgusta de ella ese dejarse arrastrar de millones de partículas confundidas e ingrávidas.
Me apetece hoy relacionarme con su entorno, pararme a pensar y decidir algo, equivocado o no. Dejar que mis raíces jueguen con el olor de la tierra... curiosamente húmeda por la frivolidad del agua... tan generosa.

                                     Naturaleza y agua

1 comentario:

  1. Es nostálgica, el agua se va y nosotros nos quedamos, viéndola irse.

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