viernes, 19 de noviembre de 2010

De los pensamientos en circulo.

Reírse de uno mismo y con uno mismo es siempre importante, también de esas cosas que nos asustan y tarde o temprano nos alcanzaran, como a todos. Trivializar un presente mundano con asuntos realmente importantes es una paradoja agradable, me explico.
Nada mas importante, doloroso y cercano que la muerte, la propia, la de la gente que queremos y las injustamente provocadas por el mismo ser humano. Nada nos atrapa mas que la vida, el día a día, la pareja, la caricia cotidiana del aire, el murmullo solidario de los cercanos, el olor del otoño, en mi caso también la fotografía. Juntos son todo, no hay mas, no debería... Pero en esa rutina se cuelan los bancos, las miserias, la circulación, la crisis, los telediarios y no queda mas remedio que añadirlos a la mochila diaria, solo que habría que saber hacerlo en su justa medida, que es mas bien la de grano de pus pequeñito y molesto.
Hubo una forma de vivir anarquica y tremendamente solidaria que se perdió en la noche de los tiempos, no tan lejanos; pero nadie nos dijo que no pudiéramos usarla en nuestro cohabitar diario con la vida.
Seguramente la paradoja se perdió en la disertación, pero no es importante.Seguramente lo esencial lo llevas puesto, así que disfrútalo a tu manera.


Y unas risas.

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